jueves, 11 de marzo de 2010

La injusticia de cada día

José Javier: paciente masculino de 18 años, internado en el Hospital Universitario desde fines de enero. Casado con Mónica, de 18, con quien procreó un hijo.
Hace varios meses disfrutaban de las vacaciones de los pobres: un día de campo en las aguas del río Ramos. Un trágico descuido y la sencilla alegría del matrimonio quedó truncada para siempre.
José javier se lanzó al río. Ya no salió por su impulso propio. Se golpeó la cabeza y quedó cuadripléjico. Los socorristas ni siquiera hicieron el intento de llevarlo al Metropolitano, el hospital de los pobres. ¡Ni caso tiene, no hay servicio de neuro! --dijeron. Es decir, no hay esperanzas de contar con apoyo del llamado "Seguro Popular". Y lo llevaron al Universitario.
En su segundo internamiento, en la lucha por dar al enfermo alguna esperanza de mejoría, los médicos recomendaron una prótesis de más de 40 mil pesos. ¡40 mil pesos! ¿De dónde, si el que era sostén de la casa no tiene movimiento en sus cuatro extremidades? ¿A quién acudir, si los familiares apenas alcanzan para medio abastecer sus propios hogares?
Como agremiada a la AC "Tierra y Libertad", Mónica acudió a la mano amiga de esta asociación, a tocar con ella las puertas de la beneficencia pública. Bienestar Social del Estado respondió con 10 mil pesos. Caritas de Monterrey no tiene convenios con el proveedor de las prótesis; no pudo ayudar. Cada día en el HU representa el gasto de una noche en hotel de lujo; la trabajadora social del Universitario inició su rutina de trabajo, exigiendo a los familiares el pago de los servicios prestados hasta el momento. Rutina demoledora de toda dignidad. Al dolor de contemplar el deterioro dal ser querido inmovilizado, se añade otra tortura moral: "Tienes un adeudo creciente, tu enfermo no puede seguir aquí, si no juntas el dinero llévatelo, traes muy buenos aretes (de fantasía) pero no quieres pagar..."
Amargas lágrimas, inútiles ante el inconmovible monumento al dolor ajeno en que convierte el HU a sus trabajadoras sociales. ¡Y dicen que se requiere una carrera universitaria para esta "profesión"!
Caritas ya consiguió otro proveedor para la prótesis. Van 20 mil pesos reunidos; sólo faltan 10 mil pesos para poder operarlo. Pero antes hay que pedir misericordia a la trabajadora social.
Un moderado escrito de la AC TyL a la Dirección del HU acreditando que el paciente y su familiar no son simuladores, es turnado a la trabajadora social, que exige que la tal asociación diga mejor con cuánto dinero se va a apuntar...
Esta Asociación no tiene dinero. Tiene la convicción de que la salud es un derecho inalienable de todo ser humano. Que todo mexicano tiene derecho a la seguridad social. Que en México debe existir la atención médica gratuita universal, como en Canadá o en Inglaterra, pues la clase obrera mexicana produce riqueza suficiente para ese fin. Y que el HU es un hospital escuela, donde los médicos aprenden con las enfermedades de los pobres para poder luego curar a los ricos; algún respeto debían merecer esos pacientes que son libro abierto para el aprendizaje médico.
¡40 mil pesos! Una cifra imposible para esta familia; una semana de ingresos para un senador mexicano; una propina de cualquiera de los fabulosos capitalistas nacionales miembros distinguidos de Forbes...

2 comentarios:

  1. Que triste es enterarte de estas crueladades que cometen estos hospitales que son fianciados con recursos publicos federales, y que le dan la espalda al enfermo, a sus familiares, pero no debemos solo lamentarnos conmovernos con tan terrible realidad, hay que luchar contra este injusto sistema capitalista que deshumaniza.

    ResponderEliminar
  2. Ya me desesperaron estos casos. Con esto me doy cuenta que ahora mas que nunca tenemos que pelear por conquistar nuestros derechos humanos, en este caso la Salud. Y definitivamente luchar por otro sistema politico social y economico.
    Por que otro mundo es posible, el del socialismo.

    ResponderEliminar