jueves, 27 de julio de 2017

La clase obrera no tiene salvación mientras haya Capitalismo


Los patrones capitalistas mexicanos ya sea de manera individual, a través de sus cámaras patronales  o de los gobiernos en turno, han dicho una y mil veces que para aumentar significativamente el salario es necesario que se eleve la productividad del trabajo, porque de otro modo se arruinarían las empresas y el país, y eso sería muy perjudicial para la clase obrera y el pueblo.
O sea que si los patrones y el gobierno no aumentan de manera importante los salarios, es por el bien de los trabajadores y del pueblo en general; es decir, que si los friegan … ¡es por su bien!.
Pero una prueba de que los señores dueños del capital mienten es que, según datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), mientras la productividad del trabajo aumentó el 17% en los últimos diez años, los salarios ¡disminuyeron el 4% en este mismo tiempo!

En realidad, los patrones capitalistas no quieren aumentar los salarios aunque aumente la productividad del trabajo, porque ellos quieren obtener lo máximo de ganancias, lo cual sólo pueden hacerlo si no aumentan los salarios o los aumenta muy poquito, según se dejen sus esclavos modernos.

Los capitalistas pueden disminuir los salarios en términos reales porque, cada vez más modernizan y automatizan sus procesos de producción, desocupando fuerza de trabajo y aumentando el desempleo, a la vez que alargan la jornada laboral (10 o hasta 12 horas al día), lo que provoca una mayor competencia y división entre los obreros por ocupar los puestos de trabajo, cosa que los capitalistas aprovechan para bajar los salarios y quitar prestaciones, diciéndole a sus obreros: “si no te conviene, ahí está la puerta muy ancha”, sabiendo que afuera hay mucha fuerza de trabajo afuera ansiosa y desesperada por contratarse.

Pero además, cuenta con el apoyo del gobierno que fija los aumentos salariales cada año a la baja, apenas para cubrir la inflación (alza de precios) y a veces, ni eso.

Y para completar el cuadro, están los líderes vendeobreros, auténticos servidores, lacayos y lamebotas de los capitalistas que tienen controlados a los obreros industriales organizados en las centrales sindicales como la CTM, la CROC, la FNSI, etc.

Por eso, en México, el salario es de los peores del mundo capitalista más o menos desarrollado, los que más trabajan horas en el año y los que menos descansan. En EEUU, por ejemplo, los obreros manufactureros ganan en promedio 28 dólares la hora, mientras que los mexicanos sólo poco más de 2 dólares la hora.

Así que la clase obrera debe unirse y organizar su lucha por:
  • Salario mínimo de 500 pesos diarios;

  • Semana laboral de 40 horas con pago de 56 (5 x 8 hrs);

  • Seguro de desempleo

  • Voto secreto en los sindicatos para elegir o destituir a sus dirigentes.

 *** Escuha a Gilfredo Verdugo en Mundo Obrero, Lunes y Miércoles 9:00 pm a través del 98.5 FM en Radio Tierra y Libertad.