martes, 26 de junio de 2012
28 muertos a la fosa del oportunista olvido
28 muertos, 21 sobrevivientes gravemente lesionados, es hasta el momento el saldo rojo del microbús que se dirigía al cierre de campaña del candidato del PT en Buenavista, Gro.
Todos pobres, pero no “de solemnidad”, como acostumbra decirse, porque la mayoría
eran indígenas del norte de Guerrero y los indígenas no pueden ser solemnes ni ya
muertos.
¿Además, qué solemnidad puede haber donde se retaca con medio centenar de
ellos, entre hombres, mujeres, niños y niñas, un microbús con capacidad sólo
para transportar la mitad de ese hato humano?
Con ecuánime unanimidad, las columnas de análisis político desdeñaron este
asunto y lo dejaron para la nota roja. ¿Qué tal si en el próximo mitin los
desbarrancados son de “la derecha” y lo aprovechan los analistas del signo
contrario?
Aún así, algunos periódicos
amarillistas cabecearon que los muertos iban de acarreados a un mitin petista,
generando la indignada protesta de gente “de izquierda” por la falta de respeto
a los muertos, dijeron. Los pobres y los indios (que siempre son pobres) suelen viajar como
ganado en camiones de redilas o en microbuses desvencijados sin que las buenas
conciencias se indignen, más aún, sin que lo noten, pues son parte del paisaje
típico mexicano en época electoral. Lo que no está permitido es que cuando se precipiten
a un barranco de 300 metros se mueran, pues eso es hacerle el juego a la derecha.
La muestra de civilidad la dio el Secretario de Gobernación Alejandro Poiré,
quien de inmediato buscó al dirigente del PT, Alberto Anaya, para expresarle “de
manera muy sentida sus condolencias por el sensible fallecimiento de personas
que se dirigían a un evento de campaña”, elegantes palabras que agradecerán quienes se ofenden cuando se llama "acarreo" a amontonar gente sin consideración y sin conciencia de su destino.
Allá en la sierra, el pueblo sencillo no parece entender las diplomacias que
se traen el segundo de Calderón y el millonario Senador Anaya. Más bien cómo
que intuyen que eso de ir a morirse por colocar sobre sus espaldas a un enemigo
de su clase, así se autoproclame “de izquierda”, no equivale exactamente a
morir una muerte honrosa.
Quizá por eso se habla de que existe una gran indignación en Coxcotlán, de
donde procedía la mayor parte de los siniestrados y están comenzando a exigir que se descuenten de las prerrogativas de los
partidos políticos recursos económicos para pagar la manutención de por lo
menos 12 menores que quedaron huérfanos de padre y madre por esta tragedia.
Cuando un encumbrado político muy cercano a Felipe Calderón murió al
desplomarse el aparato en que viajaba, el Presidente declaró duelo nacional y
ordenó erigirle un monumento como si fuera héroe nacional. Los 28 indígenas
muertos y los sobrevivientes mutilados en este episodio de la Sierra de Guerrero
merecen cuando menos un imponente grito
de ¡Ya basta! a la desvergonzada utilización del hambre y la miseria de los
desposeídos en esta farsa que sólo aprovecha a los vividores de la política profesional.
martes, 19 de junio de 2012
El Movimiento 132 y el Vasconcelismo en la Memoria Histórica
“La participación de los jóvenes en estas elecciones es algo inédito en la
historia de México”, dijo Cinthia Smith, Catedrática del Tec de Monterrey al
periódico "El Norte" ("Vida",18/06/2012).
La Sra. Smith desconoce entonces la historia del Vasconcelismo, movimiento que sí estuvo incluido en el vibrante documento "Memoria y Conciencia" de la I Asamblea del Movimiento Yo soy 132, realizada el 30 de mayo en la UNAM.
Precisamente, rescatar la memoria de los pocos éxitos y los muchos fracasos de los movimientos populares es indispensable para ahorrar tropiezos, para no iniciar siempre desde abajo, como si no hubiera ya escalones conquistados a precio de lágrimas y sangre, como si la historia comenzara con cada nuevo episodio de la lucha de clases.
Hace 83 años, la juventud universitaria de México se empeñó en enfrentar la brutal dictadura de Plutarco Elías Calles, convertido en el hombre fuerte de México tras el asesinato de Álvaro Obregón, crimen achacado al cristero León Toral, pero cuya autoría intelectual atribuía el rumor público al propio Calles. En realidad, Obregón y Calles se habían erigido en amos absolutos del país tras el asesinato de los principales jefes de las fracciones revolucionarias: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y de multitud de rivales menores como Francisco Serrano en el alevoso rimen de Huitzilac y Arnulfo Gómez (1927).
Calles declaró demagógicamente concluida la era de los caudillos e iniciada la época de las instituciones; fundó ese 1929 el Partido Nacional Revolucionario (PNR, primer nombre del actual PRI), que fue durante siete décadas ininterrumpidas el instrumento político de la burguesía mexicana para consolidar su dominio en México. Aquel año, Calles impulsó descaradamente la candidatura de un títere suyo para la Presidencia de México: Pascual Ortiz Rubio, identificado por el pueblo como “Nopalito”.
Contra esa imposición, surgió la figura de José Vasconcelos, antiguo maderista, Ministro del Presidente de la Convención de Aguascalientes Eulalio Gutiérrez, primer Secretario de Educación Pública con Álvaro Obregón y ex Rector de la Universidad Nacional de México.
Con esa mística, los jóvenes incendiaron el país con su fogosa energía y su palabra llena de ardorosa fe hasta el Mesianismo, depositada en su candidato. De pasada, los principales dirigentes del Vasconcelismo se involucraron en la lucha que llevó a reconocer la Autonomía de la Universidad Nacional ese mismo año; Autonomía mutilada, claro está, por la imposición de una Junta de Gobierno.
Pero la principal preocupación de los jóvenes era sacar adelante la candidatura de El Maestro, como llamaban a su candidato, al que dotaron de intenciones muy por encima de sus pretensiones reales.
“Vasconcelos hará un gobierno socialista” –llegaron a decir en su entusiasmo, mientras las plazas se llenaban con gente atraída por la sinceridad y elocuencia de la muchachada.
Ese año, complicado por la gran crisis económica mundial, el gobierno que presidía Emilio Portes Gil bajo el puño de Calles, solucionó uno tras otro los problemas que aparecían como más graves que la campaña vasconcelista: la rebelión de los Generales encabezados por Gonzalo Escobar, la rebelión Cristera y el movimiento universitario por la Autonomía. Conseguido esto, se lanzó a golpear y a detener a cualquier precio a la columna principal de apoyo del Vasconcelismo: los jóvenes.
Comenzaron las provocaciones, las persecuciones, la cárcel y el asesinato. El más destacado y prometedor de los jóvenes dirigentes, Germán del Campo, fue asesinado en septiembre de 1929. Hasta que, llegadas las elecciones el 17 de noviembre de ese año, a punta de balazos y sobre los cadáveres de ciudadanos inermes, el PNR se apoderó de las urnas y las llenó de votos para anunciar su triunfo rotundo.
Vasconcelos huyó al extranjero, desde donde publicó el Plan de Guaymas, en el cual proclamó su Presidencia legítima y el desconocimiento de los poderes dado el colosal fraude callista, así como su decisión de exiliarse “mientras el pueblo puede hacerme respetar como su candidato triunfante…”.
Los jóvenes vasconcelistas esperaron en vano el regreso de su caudillo. Este viajo a Estados Unidos y Europa, donde se dedicó a escribir sus memorias y sus simpatías por los regímenes fascistas.
El movimiento al que entregaron algunos su vida y todos su energía, esfumado el caudillo, se disolvió en la frustración. Uno de los destacados vasconcelistas, Adolfo López Mateos, llegaría a la Presidencia de la República desde donde aplastó al movimiento ferrocarrilero en 1958.
El Vasconcelismo fue recordado en el discurso del movimiento 132; faltó decir que como experiencia negativa, por la utilización de la juventud por un dirigente oportunista burgués, pero sobre todo, por la falta de una línea política correcta que orientara y sostuviera el trabajo de los jóvenes con las grandes masas populares que creyeron en ellos.
La Sra. Smith desconoce entonces la historia del Vasconcelismo, movimiento que sí estuvo incluido en el vibrante documento "Memoria y Conciencia" de la I Asamblea del Movimiento Yo soy 132, realizada el 30 de mayo en la UNAM.
Precisamente, rescatar la memoria de los pocos éxitos y los muchos fracasos de los movimientos populares es indispensable para ahorrar tropiezos, para no iniciar siempre desde abajo, como si no hubiera ya escalones conquistados a precio de lágrimas y sangre, como si la historia comenzara con cada nuevo episodio de la lucha de clases.
Hace 83 años, la juventud universitaria de México se empeñó en enfrentar la brutal dictadura de Plutarco Elías Calles, convertido en el hombre fuerte de México tras el asesinato de Álvaro Obregón, crimen achacado al cristero León Toral, pero cuya autoría intelectual atribuía el rumor público al propio Calles. En realidad, Obregón y Calles se habían erigido en amos absolutos del país tras el asesinato de los principales jefes de las fracciones revolucionarias: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y de multitud de rivales menores como Francisco Serrano en el alevoso rimen de Huitzilac y Arnulfo Gómez (1927).
Calles declaró demagógicamente concluida la era de los caudillos e iniciada la época de las instituciones; fundó ese 1929 el Partido Nacional Revolucionario (PNR, primer nombre del actual PRI), que fue durante siete décadas ininterrumpidas el instrumento político de la burguesía mexicana para consolidar su dominio en México. Aquel año, Calles impulsó descaradamente la candidatura de un títere suyo para la Presidencia de México: Pascual Ortiz Rubio, identificado por el pueblo como “Nopalito”.
Contra esa imposición, surgió la figura de José Vasconcelos, antiguo maderista, Ministro del Presidente de la Convención de Aguascalientes Eulalio Gutiérrez, primer Secretario de Educación Pública con Álvaro Obregón y ex Rector de la Universidad Nacional de México.
La juventud universitaria vio en Vasconcelos al hombre que por su fama de
intelectual, de reconocido filósofo, de maderista de los primeros momentos,
ajeno al mando militar que manchaba de sangre las manos de los políticos-militares
que se repartían el botín de la Revolución, representaba la honestidad que
exigía el pueblo mexicano cansado de corrupción y de crímenes. Lo que no analizaron
era el sello de la clase por la cual se guiaba el filósofo: burgués hasta la
médula.
El escritor Mauricio Magdaleno describió en Las Palabras Perdidas la ciega entrega de los jóvenes al movimiento
de Vasconcelos: “Sabíamos que la noble voz juvenil es impacto en el alma del
pueblo cuando la anima la fe. Cuando yo afirmaba que estábamos limpios de
sangre y de prevaricación, el más miope podía verificar la verdad de mis
palabras. Nuestros humildísimos trajes avalaban nuestros apóstrofes. Al calor
de éstos, las palabras devinieron misticismo. Entonces, nadie dudó y aquí y
allá alguna mujer del pueblo más pueblo se soltó llorando. Y conforme lloraba,
lloraban nuestros corazones, nos entregábamos al seno mismo de la comunidad
mexicana”.Con esa mística, los jóvenes incendiaron el país con su fogosa energía y su palabra llena de ardorosa fe hasta el Mesianismo, depositada en su candidato. De pasada, los principales dirigentes del Vasconcelismo se involucraron en la lucha que llevó a reconocer la Autonomía de la Universidad Nacional ese mismo año; Autonomía mutilada, claro está, por la imposición de una Junta de Gobierno.
Pero la principal preocupación de los jóvenes era sacar adelante la candidatura de El Maestro, como llamaban a su candidato, al que dotaron de intenciones muy por encima de sus pretensiones reales.
“Vasconcelos hará un gobierno socialista” –llegaron a decir en su entusiasmo, mientras las plazas se llenaban con gente atraída por la sinceridad y elocuencia de la muchachada.
Ese año, complicado por la gran crisis económica mundial, el gobierno que presidía Emilio Portes Gil bajo el puño de Calles, solucionó uno tras otro los problemas que aparecían como más graves que la campaña vasconcelista: la rebelión de los Generales encabezados por Gonzalo Escobar, la rebelión Cristera y el movimiento universitario por la Autonomía. Conseguido esto, se lanzó a golpear y a detener a cualquier precio a la columna principal de apoyo del Vasconcelismo: los jóvenes.
Comenzaron las provocaciones, las persecuciones, la cárcel y el asesinato. El más destacado y prometedor de los jóvenes dirigentes, Germán del Campo, fue asesinado en septiembre de 1929. Hasta que, llegadas las elecciones el 17 de noviembre de ese año, a punta de balazos y sobre los cadáveres de ciudadanos inermes, el PNR se apoderó de las urnas y las llenó de votos para anunciar su triunfo rotundo.
Vasconcelos huyó al extranjero, desde donde publicó el Plan de Guaymas, en el cual proclamó su Presidencia legítima y el desconocimiento de los poderes dado el colosal fraude callista, así como su decisión de exiliarse “mientras el pueblo puede hacerme respetar como su candidato triunfante…”.
Los jóvenes vasconcelistas esperaron en vano el regreso de su caudillo. Este viajo a Estados Unidos y Europa, donde se dedicó a escribir sus memorias y sus simpatías por los regímenes fascistas.
El movimiento al que entregaron algunos su vida y todos su energía, esfumado el caudillo, se disolvió en la frustración. Uno de los destacados vasconcelistas, Adolfo López Mateos, llegaría a la Presidencia de la República desde donde aplastó al movimiento ferrocarrilero en 1958.
El Vasconcelismo fue recordado en el discurso del movimiento 132; faltó decir que como experiencia negativa, por la utilización de la juventud por un dirigente oportunista burgués, pero sobre todo, por la falta de una línea política correcta que orientara y sostuviera el trabajo de los jóvenes con las grandes masas populares que creyeron en ellos.
jueves, 14 de junio de 2012
Por un movimiento juvenil más allá del 1o de Julio
Hace unos días,
el Co. Héctor Camero Haro fue invitado al Foro “Memorias de la lucha por la
Autonomía Universitaria”. Camero expuso aspectos relevantes de esa lucha y sus
antecedentes, semejanzas y diferencias con la situación actual y sobre todo, destacó
una enseñanza fundamental: la juventud cumplirá su papel en la historia si –y sólo
si- se une al pueblo trabajador y lucha con él.
Camero entregó
el siguiente mensaje escrito a los asistentes:
Con motivo de
este Foro me dirijo a ustedes por el papel revolucionario que deben y pueden
representar en la lucha contra la explotación y opresión capitalista, ya que
limitarse a la lucha estudiantil, olvidándose de quienes son las principales
víctimas del capital, finalmente los conducirá a ser, o explotadores
capitalistas, o servidores de los capitalistas, que para el caso es lo mismo.
Solamente
integrándose con las masas obreras y campesinas pobres, luchando junto a ellas,
aprendiendo de ellas, poniendo a su servicio los conocimientos aprendidos en
las Universidades, contribuyendo a su organización, su unión, su
concientización, su movilización, es como podemos convertirnos en verdaderos
revolucionarios, es como podemos devolver algo de lo mucho que le debemos al
pueblo sencillo y trabajador.
Reproducimos
para ustedes este artículo escrito por Mao Zedong que en nuestra juventud nos
motivó para pasar del movimiento estudiantil a fundirnos con el pueblo y
servirlo de todo corazón.
La Orientación del Movimiento Juvenil
Mao Zedong, 4 de mayo de 1939
Este mismo día,
hace veinte años, se produjo en China un importante acontecimiento, conocido en
la historia como el Movimiento del 4 de Mayo, en el cual participaron los
estudiantes; fue un movimiento de gran significación. ¿Qué papel ha desempeñado
la juventud china a partir de entonces? En cierta medida, un papel de
vanguardia, que, salvo los recalcitrantes, todo el país reconoce. ¿En qué
consiste ese papel de vanguardia? En tomar la cabeza, en marchar al frente de
las filas revolucionarias.
En las filas
antiimperialistas y antifeudales del pueblo chino milita un contingente de
jóvenes intelectuales y estudiantes. Es un contingente de considerable magnitud
que, a pesar de los muchos que han dado su vida, suma hoy varios millones.
Forma un ejército, y muy importante, en la lucha contra el imperialismo y el
feudalismo. Pero este ejército solo no es suficiente; no podemos derrotar al
enemigo contando únicamente con él, ya que, pese a todo; no constituye la
fuerza .principal.
¿Cuál es,
entonces, la fuerza principal? Los obreros y campesinos. Nuestros jóvenes
intelectuales y estudiantes deben ir a las masas obreras y campesinas, que
representan el 90 por ciento de la población, y movilizarlas y organizarlas. Si
no tuviéramos esta fuerza principal, los obreros y campesinos, si no contáramos
más que con el contingente de jóvenes intelectuales y estudiantes, no podríamos
vencer al imperialismo y al feudalismo. Por lo tanto, los jóvenes intelectuales
y estudiantes de todo el país deben integrarse con las amplias masas
obreras y campesinas y formar con ellas un solo cuerpo; únicamente así se podrá
crear un ejército poderoso. ¡Un ejército de cientos de millones de hombres! Sólo
con este inmenso ejército destruiremos las sólidas posiciones del enemigo y sus
últimos baluartes.
Al evaluar el
movimiento juvenil del pasado desde este punto de vista, es preciso señalar una
tendencia errónea: en el movimiento juvenil de las últimas décadas, un sector
de los jóvenes se ha negado a unirse con las masas obreras y campesinas y se ha
opuesto al movimiento obrero y campesino; esto constituye una contracorriente
dentro del movimiento juvenil. En realidad, estos jóvenes son poco inteligentes,
pues rechazan unirse con las masas obreras y campesinas, que abarcan al 90 por
ciento de la población, e incluso se oponen radicalmente a ellas. ¿Es buena
esta tendencia? Consideró que no, porque al oponerse a los obreros y
campesinos, esos jóvenes están oponiéndose a la revolución; por eso decimos que
es una contracorriente dentro del movimiento juvenil. Un
movimiento juvenil que tuviese tal naturaleza no llegaría a nada bueno. Hace
unos días escribí un breve artículo (El
Movimiento del 4 de Mayo), en el cual señalaba:
"En último término, el criterio para
distinguir entre los intelectuales revolucionarios y los no revolucionarios o
los contrarrevolucionarios es ver si están dispuestos o no a integrarse con las
masas obreras y campesinas, y si realmente lo hacen"
Aquí planteo un
criterio que considero como el único válido. ¿Cómo juzgar si un joven es
revolucionario? ¿Cómo discernirlo? Sólo hay un criterio: ver si está dispuesto
a integrarse, y se integra en la práctica, con las grandes masas obreras y
campesinas. Es revolucionario si lo quiere hacer y lo hace; de otro modo es no
revolucionario o contrarrevolucionario. Si se integra hoy con las masas obreras
y campesinas, es hoy revolucionario; si mañana deja de hacerlo o pasa a oprimir
a la gente sencilla, se transformará en no revolucionario o en
contrarrevolucionario.
Hay jóvenes que
se limitan a discursear sobre su fe en los Tres Principios del Pueblo o en el
marxismo, pero esto no prueba nada. Fíjense. ¿No habla Hitler de su fe en el
"socialismo"? ¡También Mussolini era "socialista" hace
veinte años! Y ¿qué es en el fondo su "socialismo"? ¡Fascismo! ¿No "creyó" Chang Kuo-tao en
el marxismo? ¿Qué ha sido de él? Ha desertado y se ha hundido en la ciénaga.
Por eso, cuando
queremos juzgar a una persona y saber si es un verdadero o un falso partidario
de los Tres Principios del Pueblo, o si es un verdadero o un falso marxista,
basta con ver cuál es su relación con las amplias masas obreras y campesinas, y
de este modo todo quedará claro inmediatamente. Este es el único criterio; no
hay otro. Espero que la juventud de todo el país comprenderá bien que los
obreros y campesinos son sus amigos y marchará hacia un luminoso futuro.
miércoles, 6 de junio de 2012
6 de junio, 3 Aniversarios en uno
HACE 11 AÑOS, a principios de junio de 2001, la AC "Tierra y Libertad" levantó la antena de su Radio Comunitaria, la primera en el noreste de México, y con ella alzó la voz de los hombres y mujeres del pueblo trabajador pobre empeñados en la organización y la lucha por una nueva sociedad con igualdad social.
HACE 4 AÑOS, el 6 de junio de 2008 esta experiencia de comunicación independiente y proletaria fue interrumpida por la fuerza del Estado mexicano: más de 150 elementos de la PFP fuertemente armados tomaron por asalto las instalaciones de esta radio, logrando incautar el equipo de transmisión pero fracasando en el intento de aprehender a los elementos que en ese momento realizaban la labor de radiodifusión de servicio a la comunidad. 400 vecinos y personas solidarias impidieron la aprehensión de Héctor Camero, pero el Gobierno Federal inició el proceso penal mediante la aplicación del artículo 150 de la Ley de Bienes Nacionales. Camero fue condenado a 2 años de prisión, suspendida por un amparo y actualmente en espera de la decisión de la Suprema Corte de Justicia ante la solicitud de inconstitucionalidad por parte de la defensa.
HACE 2 AÑOS, el 6 de junio de 2010, Radio Tierra y Libertad volvió al aire, ya con permiso de la COFETEL para transmitir con la señal XHTYL-98.5 FM, con una potencia de sólo 20 watts, apenas suficiente para escucharse en los barrios proletarios densamente poblados del noroeste de Monterrey.
Ke-Huelkga en el impulso inicial y AMARC-México en la casi imposible lucha por el permiso legal han tenido mano en esta historia de lucha por el derecho de información y libre expresión de los explotados de siempre. A los hombres y mujeres que jamás han dudado de la justeza de esta lucha y a todos y todas quienes han contribuído a hacerla posible, les compartimos estas palabras de un camarada, que hacemos nuestras:
La Gratitud Eterna
Por Carlos de
la Cruz, con motivo del juicio penal contra el responsable de Radio Tierra y Libertad, el 4
de noviembre de 2009
Que si la
libertad de expresión esta herida
que a pesar de todo nuestra Radio Tierra y Libertad sigue viva
Que se necesita mucho más de 150 federales
para apagar la voz de mis obreros carnales
Que quieren tener a Camero preso
sus ojos represores jamás verán eso
Porque por cada voz que nos quiera intimidar
muchas otras miles la saldrán a callar
Que si Camero es un delincuente
por el delito de usar un medio de expresión
entonces, que incluyan mi grito y mi corazón
en el largo e inconforme contingente
Jamás alcanzará mi verso, para poder agradecer
a tanto hermano pobre que no dudó en defender
con sus cartas, con sus palabras, o con su decir
no importando que no supieran leer ni escribir
la verdad es así tan clara como hoy la ves
tan contundente, que deja mudo a cualquier Juez
Por eso gracias...
A Ximena la periodista, a Tucita la actriz
a Sanjuana la escritora, a Benito el albañil
Muchas, muchas gracias...
A Martina la costurera, a Mecedonio el carpintero
a Juanita ama de casa, y a Chalío el plomero
Porque somos lo que somos, y lo vivimos a diario
el gusto de compartir los sueños con mi pueblo proletario
por eso lucho, para convertir el sueño en realidad
mi vida... por un mundo de igualdad
Así que el destino nos diga en qué depara el final
quizás se triunfe o no, en el proceso penal
pero con tanta gente hermosa que aquí nos ha apoyado
quien sabe lo legal... pero lo moral, eso, ¡eso ya está ganado!
que a pesar de todo nuestra Radio Tierra y Libertad sigue viva
Que se necesita mucho más de 150 federales
para apagar la voz de mis obreros carnales
Que quieren tener a Camero preso
sus ojos represores jamás verán eso
Porque por cada voz que nos quiera intimidar
muchas otras miles la saldrán a callar
Que si Camero es un delincuente
por el delito de usar un medio de expresión
entonces, que incluyan mi grito y mi corazón
en el largo e inconforme contingente
Jamás alcanzará mi verso, para poder agradecer
a tanto hermano pobre que no dudó en defender
con sus cartas, con sus palabras, o con su decir
no importando que no supieran leer ni escribir
la verdad es así tan clara como hoy la ves
tan contundente, que deja mudo a cualquier Juez
Por eso gracias...
A Ximena la periodista, a Tucita la actriz
a Sanjuana la escritora, a Benito el albañil
Muchas, muchas gracias...
A Martina la costurera, a Mecedonio el carpintero
a Juanita ama de casa, y a Chalío el plomero
Porque somos lo que somos, y lo vivimos a diario
el gusto de compartir los sueños con mi pueblo proletario
por eso lucho, para convertir el sueño en realidad
mi vida... por un mundo de igualdad
Así que el destino nos diga en qué depara el final
quizás se triunfe o no, en el proceso penal
pero con tanta gente hermosa que aquí nos ha apoyado
quien sabe lo legal... pero lo moral, eso, ¡eso ya está ganado!
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