martes, 11 de febrero de 2025
SEMANA DE 40 HORAS DE UN JALÓN Y SIN DISMINUCIÓN DEL SALARIO, ¡YA!
La clase capitalista en Inglaterra, al oponerse duramente a la disminución de la jornada de 12 a 10 horas diarias promulgada en 1848, argumentaba esencialmente lo mismo que dice los esclavistas modernos mexicanos ahora.
Decía Carlos Marx en su escrito “Salario, precio y ganancia” (1865) que dicha promulgación “Fue uno de los mayores cambios económicos que hemos presenciado. Representaba un aumento súbito y obligatorio de salarios, no ya en algunas industrias locales, sino en las ramas industriales que van a la cabeza, y por medio de las cuales Inglaterra domina los mercados del mundo. Era una subida de salarios que se operaba en circunstancias excepcionalmente desfavorables.
El doctor Ure, el profesor Senior y todos los demás portavoces oficiales de la burguesía en el campo de la Economía demostraron … que aquello era tocar a muerto por la industria inglesa. Demostraron que no se trataba de un aumento de salarios puro y simple, sino de un aumento de salarios provocado por la disminución de la cantidad de trabajo invertido y basado en ella …. Amenazaron con el descenso de la acumulación, la subida de los precios, la pérdida de mercados, el decrecimiento de la producción, la reacción consiguiente sobre los salarios y, por último, la ruina. ... ¿Y cuál fue, en realidad, el resultado? Que los salarios en dinero de los obreros fabriles aumentaron a pesar de haberse reducido la jornada de trabajo, que creció considerablemente el número de obreros fabriles ocupados, que bajaron constantemente los precios de sus productos, que se desarrollaron maravillosamente las fuerzas productivas de su trabajo y se dilataron en proporciones inauditas y cada vez mayores los mercados para sus artículos”.
Lo mismo sucedió cuando se luchó por la jornada de 8 horas. Así que no se crean de la clase explotadora mexicana ni de sus representantes políticos de todos los colores y sabores que se oponen a la reducción inmediata, de un jalón de la semana de 48 a 40 horas de trabajo.
SUS OPINIONES NO ESTÁN BASADAS EN LA CIENCIA; SINO EN EL MÁS MEZQUINO Y EGOÍSTA DE LOS INTERESES: EL APROVECHARSE Y BENEFICIARSE LO MÁXIMO POSIBLE DEL NEGOCIO DE EXPLOTAR HOMBRES Y MUJERES.
Pero para lograrla, NO BASTA la razón; no se trata de convencer a los chupasangres capitalistas y a
sus representantes, sino de VENCERLOS con la movilización de la clase más interesada: la clase
obrera.
Carlos Marx afirmaba que, en el capitalismo, ante derechos iguales (los capitalistas tienen el derecho
de comprar la mercancía fuerza de trabajo lo más barato posible; la clase obrera tiene el derecho de
venderla lo más caro posible) la fuerza es la que decide.
¡NO HAY DE OTRA!¡NO SE TRATA DE RAZONES, SINO DE FUERZA!
GVC, 09 feb, 2025.
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