domingo, 28 de octubre de 2012

La importancia de los recientes éxitos electorales del PTB


Hace 20 años, el Partido del Trabajo de Bélgica (PTB) tuvo el coraje suficiente para enfrentar la ola reaccionaria que a nivel internacional desencadenó la caída de la Unión Soviética y el bloque de países de Europa Oriental.
Mientras la rapiña imperialista en colusión con las fuerzas procapitalistas de esos países se repartían el botín que representaban los bienes colectivos laboriosamente acumulados durante el proceso de construcción del socialismo y desmantelaban sus instituciones colectivas, los grandes medios de comunicación  lanzaban con sus dramáticos reportajes las últimas paletadas de tierra sobre el cadáver del socialismo.  Las potencias fomentaban las discordias étnicas y la fragmentación de las que fueron repúblicas socialistas, lo mismo Yugoeslavia que la expoderosa Unión Soviética, como  la pequeña Albania; Cuba era abandonada a su suerte en medio de una terrible crisis económica y  la imagen de China socialista sometida a toda suerte de tergiversaciones.
En ese ambiente de confusión, desaliento y dispersión, cuando muchos que se declaraban marxistas o simpatizantes del comunismo se deshacían de sus carnets del Partido y de sus manuales y folletos de autores marxistas, el PTB tomó la iniciativa de convocar al Primer Seminario Comunista Internacional, que se ha reunido desde entonces cada año en Bruselas, con una participación cada vez más numerosa y más amplia, asistiendo representantes de organizaciones procedentes de Africa, Amèrica Latina, América del Norte, Asia y Europa.
El Seminario propuso la colaboración de estas organizaciones para analizar a fondo las causas que condujeron a la restauración capitalista y sacar así lecciones para el futuro, labor que se realizó principalmente entre 1992 y 1996; igualmente, se analizaron cuestiones fundamentales para el desarrollo de la lucha anti-imperialista y por el triunfo del socialismo a escala mundial en el Siglo XXI. En el curso de estos 20 años, muchas de las predicciones del Seminario sobre la continuación de las guerras depredadoras por las potencias imperialistas y la agudización de las crisis capitalistas se han venido cumpliendo, demostrando el rigor y justeza de sus análisis realizados con la metodología marxista.
La realización del Seminario ha sido un gran esfuerzo y una aportación fundamental del PTB al movimiento comunista internacional.  Surgiendo como un partido pequeño en uno de los países más pequeños de Europa, el PTB se ha consolidado a partir del núcleo surgido de las luchas estudiantiles de los años 60s, educado en la lucha contra el revisionismo, integrado a las luchas de masas, aplicando en forma consecuente los principios del marxismo leninismo.
En estos últimos días, el PTB, que interviene en los procesos electorales de su país, ha logrado importantes triunfos, que con diferentes grados de sorpresa y disgusto, los representantes del capital hacen constar alarmados como “el avance de la extrema izquierda”. El PTB no es un partido electorero, pero sabe utilizar estos espacios legales. Los votos en su favor expresan la creciente confianza del pueblo belga en una linea política clasista bien definida y en un correcto estilo de trabajo.
El PTB que ostenta como lema: “Primero la gente, no las ganancias”, ha señalado las causas de su éxito, que no se reducen al supuesto “voto de castigo” por la crisis que  en este país también se ha dejado sentir, como en toda Europa, aunque no con la misma intensidad. Entre estas causas están:  la lucha por salud, educación y vivienda, directamente con los más necesitados de esos servicios; el trabajo con los jóvenes, el apoyo a los adultos mayores, el apoyo a los trabajadores inmigrantes, la labor en los sindicatos y la lucha por la unidad de las dos grandes regiones (neerlandesa y francófona), que los partidos de derecha se empañan en dividir.
Bélgica es un país muy pequeño (apenas la mitad territorial del estado de Nuevo León), pero su importancia geopolítica y económica es muy grande, como sede de la Unión Europea y de las fuerzas de la OTAN. En ese enclave del imperialismo está dando su lucha ejemplar el Partido del Trabajo de Bélgica, del cual, no cabe duda, hay mucho que aprender cuando aún está fresco el recuerdo de su fundador,  dirigente y gran defensor de los principios del marxismo leninismo, Ludo Martens, recientemente desaparecido.
Por si fuera necesario, hay que decirlo: este es un auténtico Partido del Trabajo, que nada tiene que ver con esa caricatura de Partido "del Trabajo" que conocemos en México.

martes, 23 de octubre de 2012

¡Fidel Castro está agonizando! Por Fidel Castro, CubaDebate


Hace unos meses, durante la campaña de Hugo Chávez por su reelección, repetidas notas de la prensa capitalista informaban que "Sólo unos pocos meses de vida le quedan al dictador venezolano". Algunos llegaban a asegurar que sólo serían dos meses. Por lo visto salió bastante repuesto del proceso eleccionario.
Al Comandante Fidel Castro lo han matado muchas veces más, pero una y otra vez ha resucitado para desdicha de quienes ansiosos esperaban ver su esquela. Naturalmente, un día Castro va a morir, pero por lo pronto, él se burla de quienes, impotentes para derrotar al proceso revolucionario cubano, quisieran cuando matar anticipadamente a sus dirigentes. A ellos, con buen humor, dedica su última Reflexión:
Bastó un mensaje a los graduados del primer curso del Instituto de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, para que el gallinero de propaganda imperialista se alborotara y las agencias informativas se lanzaran voraces tras la mentira. No solo eso, sino que en sus despachos cablegráficos le añadieron al paciente las más insólitas estupideces.
El periódico ABC de España, publicó que un médico venezolano que radica no se sabe dónde, reveló que Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, “puedo decir que no vamos a volverlo a ver públicamente”. El presunto médico, que si lo es abandonaría primero a sus propios compatriotas, calificó el estado de salud de Castro como “muy cercano al estado neurovegetal”.

Aunque muchas personas en el mundo son engañadas por los órganos de información, casi todos en manos de los privilegiados y ricos, que publican estas estupideces, los pueblos creen cada vez menos en ellas. A nadie le gusta que lo engañen; hasta el más incorregible mentiroso, espera que le digan la verdad. Todo el mundo creyó, en abril de 1961, las noticias publicadas por las agencias cablegráficas acerca de que los invasores mercenarios de Girón o Bahía de Cochinos, como se le quiera llamar, estaban llegando a La Habana, cuando en realidad algunos de ellos trataban infructuosamente de llegar en botes a las naves de guerra yankis que los escoltaban.
Los pueblos aprenden y la resistencia crece frente a las crisis del capitalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia; ninguna mentira, represión o nuevas armas, podrán impedir el derrumbe de un sistema de producción crecientemente desigual e injusto.
Hace pocos días, muy próximo al 50 aniversario de la “Crisis de Octubre”, las agencias señalaron a tres culpables: Kennedy, recién llegado a la jefatura del imperio, Jruschov y Castro. Cuba nada tuvo que ver con el arma nuclear, ni con la matanza innecesaria de Hiroshima y Nagasaki perpetrada por el presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, estableciendo la tiranía de las armas nucleares. Cuba defendía su derecho a la independencia y a la justicia social.
Cuando aceptamos la ayuda soviética en armas, petróleo, alimentos y otros recursos, fue para defendernos de los planes yankis de invadir nuestra Patria, sometida a una sucia y sangrienta guerra que ese país capitalista nos impuso desde los primeros meses, y costó miles de vidas y mutilados cubanos.
Cuando Jruschov nos propuso instalar proyectiles de alcance medio similares a los que Estados Unidos tenía en Turquía —más cerca todavía de la URSS que Cuba de Estados Unidos—, como una necesidad solidaria, Cuba no vaciló en acceder a tal riesgo. Nuestra conducta fue éticamente intachable. Nunca pediremos excusa a nadie por lo que hicimos. Lo cierto es que ha transcurrido medio siglo, y aun estamos aquí con la frente en alto.
Me gusta escribir y escribo; me gusta estudiar y estudio. Hay muchas tareas en el área de los conocimientos. Nunca las ciencias, por ejemplo, avanzaron a tan asombrosa velocidad.
Dejé de publicar Reflexiones porque ciertamente no es mi papel ocupar las páginas de nuestra prensa, consagrada a otras tareas que requiere el país.
¡Aves de mal agüero! No recuerdo siquiera qué es un dolor de cabeza. Como constancia de cuan mentirosos son, les obsequio la foto que acompaña este artículo.

Fidel Castro Ruz
Octubre 21 de 2012

lunes, 22 de octubre de 2012

Elba Esther, SNTE y Gobierno contra los niños y las madres que trabajan

La apoteosis de Elba Esther Gordillo en el reciente Congreso Nacional del SNTE, evento de lujo neroniano ampliamente descrito por los medios, a sólo unos cuantos días de las declaraciones más retrógradas, viles y cínicas de las muchas que han caracterizado a esta semianalfabeta líder magisterial, exhibe la extrema degradación que afecta al gremio supuestamente encargado de formar a la niñez mexicana con criterios democráticos, contrarios a toda servidumbre, prejuicios y fanatismos, según el mandato constitucional.

En efecto, antes de ser elevada a los altares del Congreso Nacional del SNTE por los 3,500 delegados ahítos de Caribe y otros generosos obsequios, Gordillo había publicado una carta abierta en la que descargaba la culpa del deterioro individual y social de este país nada menos que sobre las madres que sostienen o ayudan a sostener el hogar con su trabajo.
Textualmente, la Gordillo manifestó: "Cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso, no sólo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad. "El abandono de la madre en la formación de los hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles, a los maestros, en solidarios responsables de la educación, y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de la televisión chatarra y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología, también chatarra", La Gordillo es reaccionaria porque se coloca en una posición precapitalista, feudal, muy propia de la Iglesia Católica con cuyo apoyo había advertido el 27 de septiembre trabajaría conjuntamente en la formación de valores de la niñez mexicana. (El Episcopado y el SNTE buscarán educar juntos. Animal Político, 28 de sept. de 2012). Ella y el clero quisieran devolver a la mujer a la servidumbre del hogar, ignoran que es el capitalismo el que crea las condiciones para recibir la fuerza de trabajo ya no sólo de los desposeídos varones, sino de la mujer y de los niños, obligados por la penuria, por los bajos salarios, por la amenaza constante del desempleo, a competir ferozmente en la oferta de la fuerza de trabajo.

No es la irresponsabilidad que cínicamente acusa la Gordillo, sino la necesidad y muchas veces el abandono machista (que es otra consecuencia de la sociedad clasista), lo que empuja a la mujer a convertirse en esclava asalariada, condición que al mismo tiempo le permite cuestionar la esclavitud del trabajo doméstico no pagado y ni siquiera reconocido. Por más que en su inmensa mayoría carguen con la doble jornada del trabajo asalariado y el doméstico impago, la mujer económicamente independiente está en mejores condiciones para desarrollar todas sus potencialidades y para compartir la lucha por la destrucción de este sistema que la explota y oprime.

Hay inconsecuencia en la declaración de Elba Esther porque al descargar semejantes culpas de la descomposición social en las madres trabajadoras y no en el brutal régimen capitalista del que ella es gran beneficiaria, responsabiliza al mismo tiempo a todas las mujeres del SNTE, sabiendo que en el gremio predomina el género femenino y que la mayor parte de sus integrantes son madres que también abandonan a su familia mientras se desempeñan en la docencia o labores de apoyo, como alguna vez lo tuvo que hacer la propia Gordillo.

Pero la mayor degradación en que Elba Esther y su poderoso sindicato caen, no consiste en esas declaraciones reaccionarias, cínicas, de por sí condenadas a estrellarse contra la rueda de la historia, sino en ocultar  la salida lógica, necesaria, contra esa desvalorización que ella horrorizada denuncia “que hoy se materializa en formas diversas, dramáticas, como son los homicidios múltiples, el incremento en las adicciones, el trágico aumento del número de NiNis o el fracaso del Estado para garantizar la seguridad”.

¿Cuál es esa salida lógica de la que Elba Esther Gordillo y el SNTE no dicen una palabra para no molestar al gobierno de los capitalistas y conservar a favor del egoísmo gremial la mayoría de los recursos destinados a la educación? Las escuelas de tiempo completo que sustituyan a las miserables escuelas de cuatro horas y media con grupos repletos que dejan a niñas y niños y a las y los adolescentes educados por la calle o por las televisoras; en su lugar, crear escuelas que con una educación científica y politécnica tomen la responsabilidad de educar integralmente a las hijas e hijos del proletariado durante la jornada en que éstos se ven obligados a producir la riqueza que gozarán quienes los explotan. Escuelas de tiempo completo, que el avaro gobierno burgués desapareció desde 1951.

Escuelas de tiempo completo, con alimentos calientes incluidos y grupos no mayores de 25 alumnos, debía ser la exigencia del millón y medio de integrantes del SNTE y de su dirigente frente a la necesaria y deseable incorporación de la mujer a la vida económica, política y social; millones de madres y padres de los alumnos les acompañarían en esta lucha.   

Vivir de la docencia y no preocuparse sinceramente por el triste destino de los educandos, y encima de eso culpar a las madres que trabajan, debía ser el fondo que tocaran Elba Esther y su sindicato; pero dada la necesidad que tiene el régimen de usar los servicios del corporativismo sindical para mantener su control sobre el pueblo explotado, es de preverse que pueda todavía caer más bajo.