martes, 25 de noviembre de 2014
Comunicado en relación a los asesinatos de estudiantes en Ayotzinapa
¡Proletarios de
todos los países y pueblos oprimidos, uníos!
Mty, N.L.; a 20
de noviembre de 2014.
COMUNICADO DEL PARTIDO OBRERO ROJO EN RELACIÓN A LOS ASESINATOS DE
ESTUDIANTES NORMALISTAS DE AYOTZINAPA
Considerando:
1.- Que el secuestro,
desaparición forzada y asesinato de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero,
fue y es un bárbaro crimen del Estado capitalista mexicano y una continuación
de la política represiva de los Gobiernos municipal, estatal y federal en
contra, no sólo de los estudiantes de Ayotzinapa, sino de todo el pueblo de
Guerrero, uno de los más pobres del país;
2.- Que la inseguridad que sufre
el pueblo de Guerrero a manos de los cuerpos oficiales del Estado (policías
municipales, estatales, federales, el ejército y la marina) y de las bandas
armadas de narcotraficantes, así como del sistema judicial corrupto, ha
obligado a parte de la población a organizar sus propias fuerzas armadas
populares, organizadas en la Coordinadora Regional de Policías Comunitarias
para mantener la seguridad pública en sus territorios;
3.- Que la pobreza que sufre el
pueblo de Guerrero, una de las más crudas del país sólo después de Chiapas y
Oaxaca, es producto del régimen capitalista que predomina en México, en donde
la clase dominante lo constituye la
burguesía nacional en su conjunto, quien ejerce su dominación a través
del Estado, gobernado a nivel federal por uno de sus partidos, el PRI, y a nivel
local y municipal por el PRI y otros como son el PAN, el PRD, la Nueva Alianza,
el Verde, el PT, el Movimiento Ciudadano y próximamente Morena y otras yerbas),
principalmente a través del engaño, la hipocresía y la falsedad, aunque por
supuesto, sostenido en su columna vertebral que es el ejército regular y en la
policía, que es el ejército de las ciudades, los cuales utiliza cuando le es
necesario, es decir, cuando el engaño, la hipocresía y la falsedad no fueron
convincentes, efectivos o suficientes para contener al pueblo trabajador;
4.- Que en el Estado de Guerrero
se concentra una parte importante de los pueblos originarios, los cuales han
padecido por más de quinientos años el exterminio, el saqueo, la explotación,
la opresión, la pobreza, la discriminación, el desprecio, etc. en mucho mayor
proporción que la población blanca o mestiza pobre, y que los estudiantes
normalistas de Ayotzinapa son parte de la población indígena, con quienes la
sociedad mexicana tiene un deuda histórica que debe y puede ser pagada ya;
5.- Que la lucha popular en
Guerrero, incluyendo la lucha estudiantil ligada al pueblo, se ha ido
intensificando y diversificando ante el agravamiento de la situación de las
clases trabajadoras pobres, sobre todo de obreros y campesinos indígenas en
todos los aspectos: económicos, sociales, políticos y militares;
6.- Que parte de la pequeña
burguesía acomodada y de las capas medias de la burguesía guerrerense están
inconformes, descontentas por el clima de inseguridad y de terror que viven en
el estado y exigen, anhelan un cambio dramático en el aspecto de la seguridad,
pero también en el aspecto económico, pues su situación privilegiada se ve
amenazada debido al desarrollo y crecimiento capitalista, que implica una mayor
concentración y centralización de capitales y por lo tanto, la ruina de los
capitalistas pequeños y medianos;
7.- Que lo que sucede en Guerrero
no es exclusivo de esta parte del país, sino que la situación es básicamente la
misma en todo México y por eso, el salvaje crimen en contra de los estudiantes
normalistas indignó profundamente a la enorme mayoría de la población pobre, y
también a la intelectualidad burguesa y pequeñoburguesa que representa la
ideología e intereses políticos y económicos de la parte más débil de la
burguesía nacional (burguesía pequeña y mediana, no monopolista) con relación a
los grandes capitalistas nacionales y extranjeros y que ahora tienen (la
burguesía no monopolista) menos influencia en el Estado y quiere recuperarla
para sus propios fines egoístas;
8.- Que lo sucedido en Guerrero
refrendó y ahondó el gran desprestigio internacional que tiene México en lo que
se refiere al respeto de los derechos humanos y de las libertades democráticas,
aislándolo aún más en este tema en los organismos mundiales, principalmente en
la ONU;
9.- Que la clase obrera
consciente, cuya expresión teórica son
los comunistas, en todo momento debe luchar contra las tendencias burguesas y
pequeñoburguesas dentro del movimiento obrero y popular, que desvían o intentan
desviar dicho movimiento, de su verdadero objetivo: la revolución política y social proletaria, única manera de
resolver los graves problemas económicos, políticos y sociales que sufre la
gran mayoría de la población;
10.- Que los comunistas y las
personas democráticas consecuentes y progresistas debemos aprovechar este
clamor del pueblo mexicano y de los pueblos del mundo de justicia por lo sucedido los días 26 y 27
de septiembre en Iguala de la Independencia, en Guerrero, para impulsar y
profundizar la lucha por la más amplia democracia y por el poder popular en
México;
11.- Que el Estado, cuya
administración principal está en manos
del gobierno federal encabezado por el Presidente Enrique Peña Neto, ha
pasado de mantener la esperanza de que los normalistas secuestrados estaban vivos,
como una manifestación concreta de su política general de engaños, hipocresía y
falsedad hacia la población con el fin de hacerle creer que se preocupaba por
la vida de los estudiantes asesinados, así como de evadir toda responsabilidad
por este asesinato masivo, ahora ha pasado a la política de reconocer que ya
están muertos y empieza a hablar o a difundir el rumor de indemnizar a los
familiares de las víctimas, con el fin de dar por terminado el asunto,
echándole tierra como los gatos y ofrecer migajas
como indemnización;
12.- Que un movimiento
democrático y/o revolucionario, para desarrollarse y triunfar, debe basarse en
la verdad de los hechos, por dolorosos que éstos sean;
13. Que la consigna “vivos se los
llevaron, vivos los queremos” no
refleja la verdad de las cosas, sino que abriga la falsa ilusión de que
los estudiantes están vivos, le quita contundencia, firmeza y dureza a la
acusación de asesinato por parte del Narco-Estado, además de que facilita que
el Estado se lave las manos en cuanto a su responsabilidad.
14.- Que, hasta ahora no se ha
exigido una indemnización al Estado para las y los familiares de las víctimas,
cosa que debiera ser como parte de la justicia que se busca ya que ésta no sólo
debe consistir en castigar con severidad, con cárcel, a todos los culpables
intelectuales y materiales, sino también en una reparación de daños y pago de
perjuicios, que desde luego no le devuelve la vida a las víctimas, pero sí hará
más llevadera la situación de sus familiares, además obliga al Estado-gobierno
a reconocer que fue él quien los mató y para que no vuelva a hacerlo.
15.- Que el asesinato de los
estudiantes normalistas es solamente una de las tantas injusticias,
arbitrariedades, atropellos que cometen los capitalistas y su estado en contra del
pueblo trabajador sencillo;
Resolvemos:
1.- Condenar enérgicamente el
secuestro, desaparición y asesinato masivo de estudiantes luchadores
democráticos y socialistas perpetrado por el Estado capitalista mexicano,
exigiendo:
a) Encontrar sus restos mortales.
b) Castigo severo para los
autores intelectuales y materiales de este atroz secuestro, desaparición y
homicidio;
c) Una indemnización ejemplar
para las y los familiares de las víctimas, como una parte integral de la
justicia exigida, consistente en por lo menos en cinco millones de pesos como
base por cada uno de los estudiantes
asesinados, además de una pensión mensual del equivalente a un ingreso
medio de un maestro de primaria de Nuevo León a los padres, hasta su muerte; a
sus esposas (hasta casarse) y/o a sus hijos (hasta la mayoría de edad o hasta
terminar una carrera universitaria); una casa decente (con servicios, tres
recámaras, dos baños, etc.).
3.- No andarse por las ramas y
difundir la verdad de las cosas, es decir, que los 43 normalistas secuestrados
y desaparecidos, ya están muertos, victimados bárbaramente, asesinados por el Estado capitalista mexicano
y partir de esta dolorosa verdad para combatir a este enemigo mortal del
proletariado y del pueblo trabajador mexicano en general;
4.- Propagar entre el pueblo
trabajador que solamente echando abajo al Estado y gobiernos capitalistas
burgueses, en sus variadas presentaciones, sustituyéndolos por un Estado y
Gobiernos de la clase obrera y de los campesinos pobres, instaurando la democracia para los explotados y la
dictadura sobre los explotadores y sus lacayos, es decir, estableciendo
la dictadura democrática de obreros y campesinos pobres, se podrán tomar todas
las medidas económicas, políticas y
sociales para cambiar radicalmente el país en favor de los desposeídos, de los
desheredados, de los explotados, construyendo así el socialismo proletario.
5.- Que hasta en tanto se
acumulen las fuerzas necesarias y suficientes para realizar esta revolución
política, económica y social, exigir de manera inmediata, que para resolver el
grave problema de la inseguridad pública se creen, por Ley, las milicias populares, basadas en
el servicio social obligatorio de
todos los ciudadanos de 18 a 60 años
de edad por una semana o quince días al año, servicio que deberá ser pagado por
los patrones capitalistas o el estado, cuando se trate de empleados del Estado
o de desocupados o bien por los propios servidores cuando se trate de
trabajadores por su cuenta.
6.- Mientras se consigue la
aprobación de esta Ley, impulsar la creación y desarrollo de milicias populares
en aquellos lugares en las condiciones se presten, como es el ejemplo en los
pueblos de Guerrero;
7.- Hermanar esta lucha por la
justicia para los estudiantes asesinados con la lucha de otras clases y grupos
de la sociedad, explotados y/u oprimidos por el capital, como son los obreros,
los campesinos pobres, y los indígenas, entre otros-
8.- Combatir, dentro del
movimiento popular en demanda de justicia por el salvaje crimen cometido por el
Estado burgués mexicano, las tendencias ESPONTANEÍSTAS
IZQUIERDISTAS (saqueo de bienes públicos y/o privados, sin necesidad) y ESPONTANEÍSTAS DE DERECHA (rezos,
etc.), pues tanto una como otra dañan severamente el movimiento.
Por el Partido Obrero
Rojo
Gilfredo Verdugo Corral
Secretario General
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