miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Hasta pronto, Aleida! ¡Bienvenida, Maru!



Dice Aleida Calleja en el libro de su coautoría “Con Permiso”, que después de recibir el permiso de Radio Bemba como culminación de la lucha por los primeros once permisos para radios comunitarias en el país, la desbordó el llanto.
Cinco años después, conseguidos otros seis permisos con ella impulsando el proceso desde la coordinación de la oficina de AMARC México, de nueva cuenta le ganó la emoción en el evento convocado para hacer el relevo de mandos en la oficina.
Para quienes han bregado con ella en la difícil lucha por la democratización de los medios como requisito indispensable para hacer valer el derecho de libre expresión en México, no es seguramente ningún descubrimiento reconocer que el llanto de Aleida es el de una mujer sensible, no el de una persona débil.
Para quienes la empezamos a conocer en la lucha por recuperar el derecho a la voz que nos fuera despojado y luego regateado por el mal Gobierno, la imagen que guardamos de ella es la de la compañera solidaria, dotada de una gran energía y una firmeza a prueba de frustraciones, que en el régimen de la alternancia quiere decir algo más que a toda prueba.
Es propio de quienes tienen el coraje de pararse sin complejos frente a los déspotas del poder y la riqueza tener luego la generosidad de compartir la risa o las lágrimas con los hermanos de lucha. Aleida hizo suya nuestra lucha, nuestra demanda de recobrar los derechos despojados y nuestra urgencia; puso al servicio de las comunidades su experiencia, sus conocimientos, sus relaciones, su tiempo, seguramente incluyendo muchas veces el del descanso y el sueño. Lo que caracteriza al dirigente democrático, nada más, pero nada menos.
El (la) dirigente democrático(a) no cultiva con adulaciones la mala hierba del culto a la personalidad. Comparte responsabilidades, aprende de los éxitos, pero sobre todo, aprende de los fracasos y con ellos educa y aprende con sus camaradas. La fortaleza de su equipo y de su organización es la medida de su capacidad. Con 17 permisos para radios comunitarias, una oficina consolidada y una organización que es referente obligado en el proceso de lucha por la democratización de los medios, Aleida pasa a ocupar otras tareas de relevancia estratégica en el desempeño de AMARC a nivel de América Latina.
Con el más sincero reconocimiento, desde este rincón en el noreste del país le deseamos a ella y a Maru Chávez, quien ha aceptado el reto de coordinar la oficina, todo el éxito que no puede circunscribirse a las comunidades solicitantes de apoyo para sus radios, sino que es un compromiso mucho más amplio, por hacer realidad la aspiración del pueblo mexicano por decir su palabra como elemento indispensable en la lucha por dirigir sus destinos.
Al expresar este deseo, entendemos la corresponsabilidad de quienes compartimos con nuestros muy modestos esfuerzos las mismas convicciones.
Fotos: Aleida Calleja, Maru Cávez. 30 de abril de 2010.

1 comentario:

  1. Felicidades a Radio TyL por haber logrado su permiso, pese a los poderosos intereses en contra. Y muchas gracias a Aleida Calleja por poner en onda a todas estas radios que necesitamos oir. Gracias a todo el equipo que lo hace posible.

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