sábado, 26 de junio de 2010

La Radio y los días. La larga lucha por los servicios.


Verano de 1988.

Sed. Sed intensa, dolorosa la de los niños. Si el sol de Alfonso Reyes era un perrito faldero, este que nos alumbra en las faldas del Topo es un rabioso mastín. Sol dulce y con sueño el del poeta, el nuestro es iracundo y espanta el sueño de los niños y sus padres. A escondidas del sol, cuando la tibia brisa de las madrugadas lame la piel tostada, sale la gente a buscar calles abajo el agua que nunca parece ser suficiente para mitigar la sed.

Y ya son más de 15 años después de la toma de tierras. Tierra sin agua no puede llamarse vivienda; las llaves colectivas desahuciadas hablan de un retraso de 15 años en la satisfacción de esta necesidad primaria, que una historia de movilización, de solidaridad, de banderas que recorren justicieras las calles de la ciudad, no basta para explicar la falta de atención a los propias masas protagonistas de esta historia.

La autocrítica es implacable y la decisión no puede ser otra: luchar decididamente por llevar el agua de calidad normativa de la ciudad hasta la última vivienda. Lo cual requiere romper dos inercias: la ilegalidad en el consumo de los servicios que sólo llegan a unos cuantos y la comodidad y ahorro que para las autoridades representa la “autogestión” de tan mezquinos servicios a cargo de la propia comunidad.

La respuesta de la gente es la que esperábamos: ¡se hará lo que sea necesario para terminar con esta agonía! Ahora hay que obligar a las autoridades a invertir en proyectos de agua para tres mil familias. Lo cual significa que vamos a pelear también por drenaje y por luz y quizás hasta por el gas... ¡como si fuéramos seres humanos!

El gobernador Jorge Treviño Martínez y el Alcalde Sócrates Rizzo García no tienen contemplado semejante gasto. Ofrecen material para seguir robando esa agua que no llega. Además, el Gobernador cierra las puertas, no recibe audiencias y refierza la guardia policíaca en la entrada del palacio de gobierno para impedir el paso de la chusma a como de lugar.

Los oficios que enviamos no merecieron respuesta. Habrá que forzar la entrevista con el gobernador, pero para ello primero habrá que saltar la barrera de policías. ¿Cómo lograrlo?

1 comentario:

  1. Ya quiero la segunda parte, aunque más o menos recuerdo como fué.

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