viernes, 7 de marzo de 2014
En Veracruz el Estado mexicano no detiene los asesinatos de periodistas, sólo detiene a operadores de radios comunitarias
· * Amarc-Mx exige el cese de los procesos penales que
criminalizan la libre expresión.
· * Preocupante el uso de procesos penales para acallar
a quienes abren sus propios medios de comunicación
México, D.F., a 7 de marzo de 2014.- El pasado martes mediante una
caución de 25,000 pesos (1,900 dls aproximadamente) fue liberada la
comunicadora comunitaria Alma Delia Olivares Castro, sin embargo el proceso
penal en su contra continúa.
Alma fue detenida el pasado viernes 28
de febrero y trasladada desde Veracruz hasta el penal federal femenil de
mediana seguridad El Rincón ubicado en Tepic, Nayarit. Luego de permanecer 5
días encarcelada su familia pagó la fianza y podrá seguir su proceso penal en
libertad.
Los cargos iniciales fueron por
contaminación auditiva, un delito inexistente en la legislación mexicana y
posteriormente reclasificados al delito de uso indebido de un bien de la
nación.
Cabe resaltar que el cierre de la radio
fue resultado de un procedimiento administrativo contemplado en la Ley Federal
de Radio y Televisión y que tiene como sanción la imposición de una multa, que
en este caso fue por 29,000 pesos, mismos que fueron pagados para dar por
concluido el procedimiento.
De desprenderse que el proceso penal por
el cual fue encarcelada recientemente Alma Delia es resultado del cierre de la
radio, significaría que hay una grave violación a sus derechos humanos,
concretamente al debido proceso, pues nadie puede ser juzgado dos veces por el
mismo delito.
La Amarc-Mx rechaza categóricamente el
uso abusivo del derecho penal para sancionar el ejercicio del derecho a la
libertad de expresión pues las radios comunitarias, como lo ha señalado la ONU,
son medios que posibilitan que las comunidades se expresen y contribuyen a la
construcción de la democracia en el país.
Alma se suma a Paola Ochoa, Juan José
Hernández Andrade de Paso del Macho, Veracruz; Héctor Camero de
Monterrey, Nuevo León y una larga lista de comunicadores y comunicadoras
comunitarias con procesos penales en su contra por atreverse a abrir su propio
medio de comunicación.
Casos que demuestran que en México la
libertad de expresión solo puede sobrevivir bajo un acecho constante.
María Eugenia Chávez Fonseca
Coordinadora de la Oficina Ejecutiva en
México
Gisela Martínez. Jurídico
AMARC-México
Tel.: 56 72 49 61
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