domingo, 14 de febrero de 2010
Capitalismo depredador. Respuesta del Colectivo en defensa de La Pastora al desplegado de FEMSA.
Los proyectos depredadores “Valle de Reyes” en el cañón de La Huasteca, el túnel de la Sierra de la Silla y el Estadio en la Pastora, todos ellos en el área metropolitana de Monterrey, son tres ejemplos recientes de la naturaleza destructiva del capitalismo por su insaciable sed de ganancias.
La lucha de un puñado de ciudadanos, hombres y mujeres, por evitar que se consuman estos atentados contra la naturaleza, con toda la descomunal desproporción de fuerzas que implica enfrentar desde la lucha ciudadana a la asociación de intereses económicos y políticos de empresas capitalistas, funcionarios públicos y legisladores más los grandes medios de comunicación, ha tenido sin embargo, algunos éxitos, frenando aunque sea temporalmente los proyectos, limitando sus daños o cuando menos, impactando en la conciencia de la ciudadanía.
Es importante destacar la necesidad de que estas luchas en defensa del ambiente no se limiten a convertirse en meros correctivos de los "excesos" del capitalismo. Es necesario ir al fondo, denunciando a este régimen de producción como enemigo mortal del equilibrio ecológico y, en consecuencia, la necesidad de que todo ambientalista sincero sea también un luchador conciente por el socialismo científico.
“No reinamos sobre la naturaleza como un conquistador reina sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros pertenecemos a ella con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro cerebro; nosotros estamos en su seno y todo nuestro dominio en ella reside en la ventaja que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas es la de conocer sus leyes y poder servirnos de ellas juiciosamente."Federico Engels.
En la lucha más reciente, el Colectivo en defensa de La Pastora publicó este desplegado en el cual denuncia los intereses mezquinos de la empresa FEMSA, encubiertos por un hipócrita “gran proyecto ecológico”.
Respuesta del Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora al desplegado publicado por Fomento Económico Mexicano S.A. (FEMSA) el 13 / II / 2010.
La propuesta del Estadio en La Pastora no es un “gran proyecto ecológico” sino un ambicioso negocio privado solventado con recursos públicos, y en un espacio público.
Una empresa socialmente responsable no condiciona su contribución para beneficiar a la comunidad. Si rehabilitar el parque es su propósito, que haga un donativo o rehabilite la totalidad del parque sin afectar su vocación ambiental.
Con la construcción de un estadio de futbol, un centro comercial y las obras de infraestructura que implican, el gran parque “ecológico” de La Pastora perdería su verdadera vocación y destino ambiental.
Los espacios de esparcimiento que ofrece el proyecto no serán públicos ni gratuitos, serán para élites que puedan sufragar el costo de los boletos más caros de México. ¿Desde cuándo la economía basada en el consumo de unos cuantos se considera esparcimiento social? Un centro comercial, el mercado cautivo de bebidas alcohólicas y alimentos chatarra no enriquecen la vida comunitaria.
Cambiar la ubicación del Estadio no modifica o altera ninguna de las supuestas ventajas relacionadas con la creación de empleos, inversión y derrama económica.
Fomento Económico y Heineken son sociedades mercantiles creadas para acumular riqueza, como claramente lo indican sus nombres y objeto social, por lo tanto mienten al decir que no persiguen propósitos de lucro.
La propiedad privada de los vecinos está protegida por la ley y por las autoridades que deben vigilar su cumplimiento. No es concesión de la empresa decir que va a respetar el derecho de terceros. Nada más eso faltaba.
Si Femsa tuviera cultura de legalidad, no estaría violando flagrantemente -con jugadores en la cancha anunciando la cerveza Carta Blanca- el artículo 308 de la Ley General de Salud, que prohíbe asociar las bebidas alcohólicas con el deporte; o violando la Ley de Alcoholes, creyendo que con tan sólo pagar la multa -por vender cerveza fuera del horario permitido- quedan facultados para violar la ley sistemáticamente.
Es tan arraigada su cultura de la ilegalidad que se declara “sorprendida” de que la Profepa le exija el cumplimiento de las más elementales leyes ambientales. Por tanto, miente cuando afirma que siempre ha actuado dentro del marco legal. En su lógica chantajista, la culpa no la tiene el que viola la ley sino el que la denuncia o la sanciona.
El verdadero legado para las futuras generaciones no son bienes que se vuelven obsoletos con el transcurso del tiempo (como lo es un estadio) sino principios, valores, y bienes comunes para la posteridad (como lo es un bosque). Son incompatibles un estadio y sus secuelas: ruido, luces, congestionamiento de vialidades, compactación del suelo, contaminación de acuíferos, deshechos sólidos, con la conservación de un bosque y un río en estado natural.
La empresa, que afirma disponer de información completa, no la comparte. Ejemplo: un estadio ocupa 5 hectáreas, el Azteca (construido en Coapa y no en el Bosque de Chapultepec) ocupa 6 hectáreas. El proyecto Femsa-Heineken exige 25 hectáreas. ¿Por qué? ¿Para qué? Seguimos esperando las respuestas.
En efecto, existen múltiples opiniones sobre lo que es el interés común, pero nada garantiza que la opinión particular de la empresa sea la única posible y verdadera. ¿Con fundamento en qué ley y en qué Constitución una empresa privada está facultada para definir lo que es el bien común de todos los neoloneses? La definición del interés común debe hacerse conforme a la ley, escuchando a la ciudadanía.
El proyecto del Estadio puede mudar de sede, el bosque y el río NO.
SÍ AL ESTADIO, PERO EN OTRO LADO
www.sialestadioperoenotrolado.org
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