sábado, 22 de septiembre de 2012
Para el movimiento estudiantil, el primer enemigo a vencer son sus propias debilidades
La prensa regiomontana dejó bien establecido que la Directora
de la Facultad de Filosofía y Letras pagó “de su propia bolsa” la fianza de los
dos estudiantes y su compañera, detenidos y vejados por el cuerpo de “Seguridad”
de la UANL y golpeados y humillados por la policía de San Nicolás el pasado 13
de septiembre, para que pudieran quedar en libertad. El gesto fue muy oportuno,
¿cómo hubieran quedado la Rectoría y su régimen policiaco si los estudiantes en
masa que ya se empezaban a movilizar le hubieran obligado por la fuerza y la justeza de su movimiento a sacar a
sus compañeros que nunca debieron ser detenidos?
En el mitin de Rectoría para protestar por la represión
ejercida contra sus compañeros y exigir castigo a los responsables, la Directora
de la Facultad de FyL ostentó de nuevo su papel protagónico, insistiendo ante
los medios en su función de ángel guardián del estudiantado a su cargo. Se dio
el lujo incluso de regañar públicamente a una estudiante que se atrevió a hacer
un gesto de duda, sin que nadie protestara por ese rasgo de afrentoso
autoritarismo.
En ese mismo mitin, dentro de un incoherente discurso, el
Secretario General de la UANL, quien bajó con los estudiantes agredidos y con
la Directora de FyL, se atrevió a decir ante los medios y ante el estudiantado que
el propio Rector hubiera querido que más estudiantes participaran en el diálogo
que tuvo con los agredidos. ¿Cómo puede ir el Rector más adelante que el propio
movimiento? En efecto, de acuerdo al lema “Si tocan a uno nos tocan a todos”,
20, 40 ó todos y todas las estudiantes presentes en solidaridad debieron subir
a cuestionar al Rector y no sólo los agredidos. Las autoridades podrán ser
represivas y corruptas, pero no son tontas y saben sacar conclusiones de estas inconsistencias.
No debe extrañar, por tanto, que a sólo una semana del
trato denigrante a que fueron sometidos los activistas de la Asamblea Estudiantil, con toda la
carga de oprobioso mensaje que representa para el estudiantado en general, no
haya habido una sola censura por parte de las autoridades de la UANL contra la
brutal conducta de los polizontes de San Nicolás y apenas unas vacaciones de 15
días “sin goce de sueldo (?)” para los guardias porriles, anuncio que además
fue notificado solamente a los tres estudiantes y su Directora, otra vez en
ausencia de las bases estudiantiles.
La actual lucha por la democracia en general, en la que
han tenido una destacada participación las y los estudiantes de la Asamblea
Estudiantil pasa, como vemos, necesariamente por la lucha por la democracia en
el interior de la UANL. El asfixiante régimen policiaco que acosa al
estudiantado solo puede ser echado abajo por una amplia y consciente participación
estudiantil, que promueva la democracia al interior de su movimiento fomentando el método de crítica y autocrítica, que junto a estas altas metas tiene que luchar diariamente
al mismo tiempo por las necesidades e intereses de su base si no quiere
aislarse de ella y que recuerde además que no se puede luchar por la Autonomía
de la Universidad si no se defiende enérgicamente
la autonomía de su propio movimiento.
Para el movimiento estudiantil, como para toda
organización independiente, el primer enemigo a vencer son sus propias
debilidades que hay que reconocer honestamente.
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Debieron de haber pedido más apoyo y dar tiempo para la difusión. La gente ahí está, pero no se le puede organizar de la noche a la mañana.
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