domingo, 25 de octubre de 2009

Más de 80 testigos en un juicio inédito por la defensa de la libertad de expresión


Más de 80 personas acudieron entre los días 13 y 23 de Octubre en el Juzgado 5º. Penal, convocados como testigos por la defensa en el caso de la Radio Comunitaria Tierra y Libertad. Como se sabe, uno de sus integrantes, Héctor Camero Haro, ha recibido auto de formal prisión desde el pasado 30 de mayo y está en libertad bajo fianza, mientras se desarrolla el período de presentación de pruebas, dentro de las cuales se incluyen los testimonios mencionados.
De los más de 80 testigos convocados, 20 presentaron testimonio oral y más de 60 ratificaron testimonios escritos. Entre los 20 testimonios orales, 13 fueron de personas de la comunidad y 7 de personas destacadas de esta ciudad por su labor en los ámbitos cultural, periodístico, académico y de defensa de los derechos humanos. En otros espacios de este blog nos hemos referido al gran valor de su testimonio.
La ratificación de las firmas de los más de 60 testimonios escritos fue también un acto de emocionante solidaridad. Muchos de los testigos dejaron de percibir sus modestos ingresos con tal de estar presentes puntualmente; Don Herculano Esquivel con sus más de 90 años y una reciente fractura de fémur se negó a justificar su ausencia y acudió a la cita; doña Esperanza Contreras de 84, hubo de ser convencida de no asistir, lamentando no poder decir al juez las muchas razones que quería expresarle, a pesar de que sólo habría de firmar.
Todos estos valiosos testimonios ciudadanos, libres y voluntariamente presentes, ajenos a cualquier interés económico o de amiguismo, ayudan a conformar un juicio inédito en la ciudad de Monterrey. El carácter comunitario de la radio por su origen, su labor, organización y modo de operar, así como el reconocimiento del procesado como un luchador social ajeno a cualquier afán de lucro en el servicio de la radio, quedaron firmemente establecidos a través de las declaraciones de los testigos.
En un ambiente donde los delitos que diariamente se juzgan son el sórdido producto de una sociedad decadente, el presente juicio exhibe en un nivel diferente el carácter de clase de la justicia mexicana, al castigar como delito el ejercicio de un derecho constitucional para el que previamente se ha cancelado todo acceso al ciudadano sencillo. Para el gobierno y el oligopolio de la radio y TV se trata de establecer un escarmiento; para la ciudadanía, el rescate de un derecho inalienable.

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